Ceramista, sus piezas son de belleza aleatoria e 'imperfectas'. Todas ellas parecen tener vida y carácter propios.
La ceramista Suzanne Sullivan comienza todas las mañanas con un ritual: "Tengo que comenzar el día con café en un gran vaso sin mango que hice probablemente hace 10 años", dice. Es la primera parte de un horario diario que implica enseñar a estudiantes de preescolar y secundaria, seguido de caminar a su estudio en Red Hook, Brooklyn, donde, según el artista, "trabajo hasta que ya no pueda". Después de una taza de té chai de la tarde, es hora de regresar a casa.
Hechos a mano, de porcelana, sus productos llenos de patrones geométricos audaces y tribales abarcan vasijas, posavasos, vajillas y vasos, todos vidriados en tonos llamativos como blanco y negro, oro, mostaza y caqui.
«Las cerámicas son eternas, porque contienen en su interior restos físicos del fabricante y el proceso», dice ella.
Fuente:luxesource.com. web de la artista e instagram.
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