Es fotógrafa reconocida en el mundo de la moda, formada como diseñadora gráfica. Un día decidió pintar y no ha parado desde entonces.
Asentada en Amsterdam, Peggy Kuiper ha vivido en un antiguo taller de madera y establo de caballos, durante ocho años. Recientemente tiene un nuevo compañero de cuarto: Balou, un perro callejero que recogió en Grecia.
En sus obras, representa figuras femeninas en colores brillantes en sus lienzos en constante expansión. “Al principio eran principalmente mujeres que lloraban, ahora se están volviendo cada vez más poderosas y fuertes".
Peggy espera poder realizar una exhibición de su trabajo, pero, hasta entonces solo se podrá ver en su propia casa. Cuelga allí sus obras en buena compañía, con obras de arte de otros compañeros creadores, y fotógrafos jóvenes y consagrados.
Selecciona su arte, como también lo hace con los muebles y objetos de su casa. Algunos encontrados en tiendas de segunda mano y otros que le acompañan en su vida.
Se confiesa adicta a cambiar y redistribuir su casa casi cada mes y siempre con alguna adquisición nueva.
Fuente: Web del artista | Elle holandés | Video Scotch & Soda.
