María Turón
25 de ene de 20221 min.
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El arte de Diana Orving surge de la búsqueda improvisada de una forma y una expresión a través del drapeado. Trabaja con esculturas textiles, improvisando una simbiosis de lo táctil y lo visual.
Video y fotografía Natalie Greppi.
“Mis grandes esculturas textiles son todas fluidas y dotadas de movilidad y movimiento. Las veo como una coreografía".
"La coreografía puede moldear una sensación, una relación, un anhelo o un conflicto. Se convierte en un medio para sumergirme en algo que no sé cómo expresar de otra manera".
"Mi proceso creativo está fuertemente influenciado por la improvisación y la intuición. Empiezo poco a poco, armo, corto la siguiente pieza del rompecabezas, coso, me desvío, resisto y cedo. La escultura crece poco a poco en una reacción en cadena".
Hasta 2020, trabajó con las colecciones de arte textil y moda simultáneamente, pero a partir de 2021 decidió tomarse un descanso de la ropa por un período de tiempo indefinido.
Diana recibe encargos específicos y busca colaboraciones con otros artistas y formas de arte, por ejemplo, creando vestuario para la Ópera Real de Suecia y encargo de cortinas artísticas para el restaurante AIRA.
En 2021 abrirá dos exposiciones individuales, en Nordiska Galleriet Art y Varbergs Konsthall.
Fuente: Web del artista.
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